Se espera que las personas egresadas sean profesionales empáticos, flexibles, estratégicos, críticos, reflexivos en y para la acción, preparados para tomar decisiones autónomas y contribuir con su saber profesional a la salud de las personas, tomado en cuenta la heterogeneidad y diversidad cultural en ambientes cotidianos e institucionales de atención a la salud, con actitudes de respeto a los valores y derechos humanos.

Se espera que incorpore a su praxis un sistema filosófico personal, profesional y gremial que le permita desarrollar las capacidades de las personas y los colectivos humanos, en el proceso de salud y de vida con un fin de bienestar, de manera que sean promotores de los derechos humanos.